Pues nada más que hoy he visto Madrid por la mañana temprano (10:30) y los chinos aún no habían llegado a currar a su tienda en la calle Atocha. Me han dado tentaciones insanas, pero acababa de desayunar y es que me gusta más el pan payés. En ese caso no sé si hubiese podido aguantar la tentación.
Ese pan tumaca con ajo restregao, ese tomate rallado y esa loncha de jamón reluciente-sus vetas, sus pintas blancas, cortado fino- que me hace tirar por los suelos cualquier pseudointención vegetariana. Es la hora de la merienda...
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